SEMANA SANTA, ¿PORQUÉ DIEZ DÍAS?

Por segundo año la semana más importante para los cristianos no ha podido celebrarse como la autoridad eclesiástica y la tradición establece. Una vez más, el recogimiento y los actos litúrgicos se han celebrado entre grupos muy reducidos en el interior de los templos. Escasa actividad con el fin de evitar las concentraciones multitudinarias típicas de esta Semana de Pasión. Es lo que ocurre por no ser una festividad organizada y participada por “extranjeros o inmigrantes” de tu propio país.

Los cuarenta días de purificación y búsqueda de la iluminación interior, que representa la “Quadragesima”, o Cuaresma, dan paso al “Triduo Pascual” como culminación de la Semana Santa. Estos “Ocho o Diez” días, dependiendo de si es celebrada o no el Viernes de la Virgen de los Dolores previo al Domingo de Ramos. La relevancia de la festividad Pascual llega al punto de ser, junto con la Navidad, el acto sagrado más celebrado, no solo por la Iglesia Católica, sino también, por la Anglicana, Ortodoxa, Copta, Luterana, Metodistas, Ortodoxos de oriente, y algunas Confesiones Evangélicas, por todo el mundo.

La duración de cuarenta días de la Cuaresma tiene su origen en algunas narraciones bíblicas. Traducido por algunos autores con el significado de “mucho tiempo”, sin especificar cuánto, el número “Cuarenta” tiene una importante significación mística en la Biblia. Cuarenta días duró el Diluvio Universal. El pueblo israelita permaneció cuarenta décadas en el país de los faraones. Así mismo, la huida del pueblo israelita de Egipto hasta llegar a la Tierra Prometida se alargó por cuarenta años. Y, como no podía ser menos, cuarenta días, estuvo Jesús por el desierto de Judea como paso previo a la etapa que se ha denominado como “publica”.

A partir del siglo II dC, la incipiente Iglesia Cristiana organizó la celebración de la Pascua mediante una serie de actos pasionales que culminarían en el “Triduo Sagrado”, es decir en la Pasión y Muerte de Jesús, su Sepultura y por último la Resurrección que da sentido unificador a toda la creencia católica. Período de intensa actividad litúrgica para las diferentes confesiones cristianas, recientemente, el Papa Francisco, a través de twitter, se refirió a la Semana de Pasión como “Evangelio de la Vida”.

Desde esta línea espiritual, la Semana Santa es celebrada cada año como una festividad unívoca conformada por un conjunto de ceremonias diarias, de carácter religioso y popular, que preparan al creyente para la Pascua y, sobre todo, la Resurrección de Cristo.

Domingo de Ramos. Hoy día casi ha sido olvidado, pero no hace tantos años, la mayoría de los niños de este país, esperaban con ilusión la llegada del Domingo de Ramos. Significaba que los niños asistían a la “Procesión de la Borriquita” con calcetines, camisas, o vestidos nuevos. Entre desfile de soldados o guardias a caballo, ropajes coloridos, o cánticos y músicas alegres, los niños, y no tan niños, procuraban alcanzar las ramas de palmera bendecida que pudieran llevarse al hogar.

Con el domingo de Ramos, se conmemora la entrada triunfal de Jesús de Nazareth en la ciudad de Jerusalén, (según Mateo,21 y Marcos,11), bajo las aclamaciones de la población. De este modo se materializaba lo expresado en las escrituras sobre la llegada del Mesías, Salvador del Pueblo Judío.

Para la creencia cristiana poco importa la discordancia de los evangelistas en cuanto a que, el borrico fuese solicitado por Jesús, que lo encontró camino de Jerusalén, o que se lo proporcionaran los apóstoles, ante la aglomeración de personas existentes a la entrada de la ciudad. Del mismo modo, el lugar exacto de esta entrada tampoco ha sido identificado. Se supone que tuvo lugar por la Puerta Dorada, o bien por la Puerta Sur, más cercana a Betania, donde Jesús y los apóstoles se hospedaron la noche anterior.

Lunes Santo. Celebración de la unción de María a Jesús, llevada a cabo en la casa de Lázaro en Betania y la expulsión de los mercaderes del Templo de Jerusalén. Una misa normal con la lectura del evangelio de San Juan (12,1-11),  y el recorrido en procesión de algunas cofradías representan la celebración de este día santo.

Martes Santo. Se organizan celebraciones religiosas y populares similares al lunes. Mediante la lectura de los evangelios de San Juan (13,21-33 y 36-38), se anticipa tanto la traición de Judas Iscariote como las negaciones de San Pedro. Se reflexiona sobre la Pasión, la Muerte y la Resurrección del Señor Jesús.

Miércoles Santo. Este día marca la finalización de la primera parte de la Semana Santa. Judas Iscariote se reúne con el Sanedrín para entregar a Jesús, a cambio de las conocidas, treinta monedas. El evangelio utilizado en las celebraciones eclesiásticas es Mateo (26, 14-25).

Jueves Santo. Las conmemoraciones de este día están divididas por dos aspectos diferenciadores. Hasta el atardecer de este jueves continúa celebrándose la Cuaresma. A partir de ese momento, con la celebración de la Última Cena (instaurada en el siglo V, dC), se inicia el Triduo Pascual. Jesús anuncia a los discípulos su padecimiento, traición y muerte que va a sufrir, porque “uno de vosotros me traicionará”.

Durante la cena se instaura la Eucaristía, con el lavatorio posterior de los pies, se simboliza el mayor acto cristiano de “humildad y servicio” que podían concebir los evangelistas en aquel momento como Mandamiento del Amor cristiano.

Viernes Santo. Es el día más intenso de toda la Semana Santa, tanto a nivel de recordatorios como por las emociones tan intensas que provocan entre los creyentes. En la madrugada de este viernes llega la denominada “Hora Santa”, en la que se rememora la agonía y la oración de Jesús en el huerto de los olivos, así como la traición de Judas y el prendimiento de Jesús por la guardia del Sanedrín.

La importancia actual del Viernes Santos se instauró en el siglo IV dC, mediante la conmemoración de la crucifixión de Jesús, como principal símbolo y emblema del cristianismo. Con las calles en penumbra, las figuras de los penitentes surgen de la escasa luz portando el féretro de Jesús fallecido, durante la procesión del Vía Crucis.

No hay colores vistosos; desfiles alegres ni soldadesca musical de acompañamiento. El silencio sepulcral y el olor a incienso, es la tónica habitual, únicamente rota por los tambores que anuncian la muerte del Cristo. Al mismo tiempo, su pausado caminar, dibuja el sendero de la resurrección y la salvación de las almas de las personas.

Sábado Santo. Es el día de la Vigilia Pascual, y de la Soledad de María. Día de luto y de silencio simbolizado por el ayuno y la ausencia de cualquier celebración litúrgica. Se recuerda el paso de la muerte a la “Nueva Vida” representada por la Resurrección de Jesús en la madrugada del Domingo Santo. También señala el final del Triduo Pascual. Las velas y el agua, son símbolos que renuevan las promesas bautismales. En la antigüedad, en este día, quienes aún no lo estaban, recibían el Sacramento del Bautismo.  

La Resurrección de Cristo, de Piero della Francesca (siglo XV)

Domingo de Resurrección. En este día se celebra el acto litúrgico más importante de toda la Semana Santa. La solemnidad de la resurrección de Jesús no desdibuja el sentimiento de alegría por la vuelta a la vida, no sólo de Jesús crucificado, sino de todos los creyentes cristianos. Considerado a lo largo de los siglos como el día más importante para la vida cristiana, ha recibido diversas denominaciones (Domingo de Resurrección; Pascua de Resurrección; Domingo de Pascua o Domingo de Gloria). Durante la finalización del Triduo Pascual, en el interior de los templos se lleva a cabo una liturgia especial. Los sacerdotes y diáconos visten de blanco, símbolo de la alegría por la resurrección de Jesús.

A la Semana Santa le sigue un período de cincuenta días llamado Tiempo Pascual, que finaliza con la celebración de Pentecostés, como final de la Pascua. En el mismo tuit mencionado antes del Papa Francisco, invitaba a todos los fieles a «promover y defender la vida en todas sus dimensiones y en todas sus fases, [porque] el cristiano es aquel que dice Sí a la Vida», y por lo tanto, al actuar de esta forma, también estará afirmando a Dios. Razones por las que, tener presente el significado profundo de las celebraciones litúrgicas, significa mantener viva la creencia espiritual.

-Ampliado y corregido. 04/04/2021-