Europa, ¿Con o Contra España?

La Leyenda Negra Española continúa causando estragos desde su invención en el siglo XVI. Con pequeños matices, los tópicos, el desprecio y la falta de respeto hacia los vagos del sur, como nos denominaban hasta hace pocos años, sobrevuelan cada actuación y declaración política o social sobre España.

A los políticos progres europeos, más allá de las fiestas vacacionales, lo que ocurra en nuestro país les viene al pairo. Europa continúa permitiendo, con aforamiento incluido, que nuestros más ilustres delincuentes fugados vivan a cuerpo de rey con nuestros impuestos. Lo que ocurre en España es calificado como un «Asunto Interno» mientras no moleste al resto de países comunitarios.

El comisario de Justicia de la Unión Europea, Dider Reynders, así lo manifestó hace pocos días. La Ley de Amnistía es «Asunto Interno de España», pero «analizaran muy cuidadosamente» dicha Ley cuando esté aprobada y puesta en marcha. Las vagas declaraciones de Reynders conllevan ese desinterés típico de los tópicos antiespañoles, pero también ponen de manifiesto el enorme desconocimiento de las actuaciones y el poder que tiene el independentismo español sobre el gobierno de Pedro Sánchez.

Como ocurre con las falsedades de la Leyenda Negra, las verdades se revuelven siempre por muy profunda que se haya escavado su tumba. El futuro de España empieza a definirse este sábado en Suiza entre un delincuente, un fugado de la justicia y uno o varios relatores encapuchados que ocultan su identidad a los ciudadanos españoles.

Pedro Sánchez, alardeando de presidencia europea y el primer ministro belga, Alexander De Croo, provocaron la pasada semana una crisis diplomática sin precedentes entre España e Israel durante su visita a Oriente Medio. Crisis que también alcanza a la U.E. por mucho que ésta pretenda desvincularse del desaguisado causado por el “humanitario” Pedro, de momento, Israel ha retirado de España a su embajadora, Rodica Radian-Gordon.

Bruselas, puede continuar en silencio, o mirar hacia otro lado, como muestra de una de dejadez que está enfureciendo a la población española pero, de facto, y mientras no desautorice oficialmente a Pedro Sánchez, la UE participa en la destrucción democrática de España y en el insulto lanzado contra Israel por el presidente europeo de turno.

Tampoco puede eludir su responsabilidad en las declaraciones sobre el apoyo a la vía terrorista de Hamás para alcanzar ese Estado propio que el líder socialista español ha prometido que reconocerá «aunque el conjunto de países de la UE» se nieguen a declararlo, en contra de las resoluciones comunitarias.

Pedro Sánchez ha roto con décadas de intensa colaboración entre nuestro país e Israel para declarar su simpatía personal, no así de España, con el terrorismo islámico internacional, significado en esta ocasión en Hamás, en contra de los postulados acordados en la Unión Europea de modo unánime.

Que el Estado Palestino de Hamás pase por la eliminación total y absoluta, no sólo de Israel como Estado,  sino de su población al completo parece importar poco a un presidente del gobierno español y europeo, sin escrúpulos, que se esconde bajo el palio de una «Humanidad» personalista, selectiva y exclusiva para los terroristas de Hamas y la población de Gaza, que no del resto de Palestina ni de Israel.

Las acciones de Pedro Sánchez es la esperada para quien actúa como líder comunista para Europa del denominado “Grupo de Puebla”, surgido en la localidad mejicana del mismo nombre el 14 de julio de 2019.. De continuar la U.E. con su silencio, inactividad y apatía política, la desaparición del Estado de Derecho y de la Democracia en nuestro país avanzará hasta alcanzar a ese mundo idealizado que conocemos como Europa.

España se enfrenta a un desmembramiento territorial consentido en parte por una U.E. más  enfrascada en la absurda Agenda 2030 del bolivianismo bolchevique agrupado en torno al denominado Grupo de Puebla que en mantener el bienestar social alcanzado tras la II Guerra Mundial mediante el entendimiento y la colaboración entre Estados Democráticos.

Como he manifestado en otras ocasiones, cuando el argumento pasa por considerar que lo ocurrido a una mano es un «Asunto Interno» de la misma, el cuerpo deja de funcionar de modo cohesionado y unido. El resto son excusas psicológicas para no reconocer una enfermedad que, inexorable, se extiende hasta gangrenar la propia vida.

Por el momento, La Unión Europa calla o se mueve tímidamente contra la revolución antidemocrática orquestada por su presidente temporal, Sánchez. Apatía que la población no entiende pero que ha sido bien aprovechada por el “humanitario” Pedro para recuperar el levantamiento de muros comunistas como herramienta “de concordia y de cohesión” en España. Cuando estos sean elevados en otros países de la U.E., ya será tarde para lamentarlo. Pero no soy adivino. Sólo me considero un analista que lee todo lo que puede y razona con frialdad sobre lo que leo y observo. Tal vez por esto, me equivoque… un poco.

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