García-Page, Cómplice Necesario

Alrededor de dos millones de españoles mostraron su descontento en la mañana de ayer contra la traición que Pedro Sánchez y sus cómplices están fraguando con el mayor de los descaros. La guerra de cifras de poco sirve para minimizar una realidad que pone en evidencia a nuestro presidente Emiliano García-Page convertido en cómplice necesario de la destrucción de nuestro país.

Ver consignas contra Sánchez en las manifestaciones entraba dentro de lo esperado. Pero también han aumentado los mensajes en contra de esos “Cómplices Necesarios” para que la ruptura del país sea una realidad. Cómplices que, en muchas ocasiones, tienen nombre y apellidos. De este modo, «Page traidor defiende tu nación», en horas se ha convertido en la consigna más popular después de las dedicadas a Sánchez y Puigdemont.

Aprovechándose una vez más de la publicidad gratuita que le ofreció el acto institucional en el Hospital de Manzanares en Ciudad Real, Emiliano García-Page, hizo una liviana valoración del pacto firmado entre Sánchez y el prófugo Puigdemong. Recalcó entonces que «no vamos a tolerar bajo ningún concepto que se utilice la singularidad de España para tener privilegios financieros […] o que se ponga en cuestión lo que dice la Constitución».

Palabras huecas de contenido sino van acompañadas de las correspondientes actuaciones. De ser cierto el rechazo que, supuestamente, siente García-Page contra las acciones de su jefe político, ¿dónde se encontraba en la mañana de ayer durante las manifestaciones? En las concentraciones de ayer a nadie se le pidió el carnet del PP o de Vox como tampoco se pidieron las identificaciones socialistas de quienes asistieron habiendo votado PSOE en las pasadas elecciones.

De hecho, ni siquiera resonó el nombre del partido convocante, el Partido Popular, ni de los partidos y corporaciones que apoyaron la concentración, principalmente Vox. Entonces… ¿Por qué los cargos del PSOE o los principales y más conocidos simpatizantes del PSOE brillaron por su ausencia en las concentraciones de ayer?

En toda esta cuestión existen unas realidades que se prefiere ignorar o se intenta ocultar. Cuando de cuestiones ilegales y anticonstitucionales se trata ¡Nadie! puede, ni debe, ampararse en la disciplina de partido o de voto. Y quienes ostentan cargo público o político menos aún. En caso contrario, incluso el silencio, toma partido por la ilegalidad formando parte de los compinches y los colaboradores necesarios.

Y ¿qué ocurre con la manida Disciplina de Partido o de Voto? En casos de ilegalidades o de traición al país, se trata de excusas falaces que únicamente tratan de ocultar el deseo de connivencia y de aceptación de las ilegalidades promovidas y financiadas desde el propio gobierno, con el único fin de no perder el poder, el asiento de un escaño o de una función pública que no le pertenece de forma vitalicia.

Ninguna opción política, ninguna ley, ningún acuerdo particular puede obligar a seguir a ciegas una medida, a sabiendas de la su ilegalidad. García-Page engaña a los habitantes de Castilla La Mancha cuando lanza al viento, pero no concreta, sus afirmaciones.

Paco Núñez, líder del Partido Popular en nuestra autonomía, puso el dedo en la llaga cuando propuso a García-Page y a los diputados socialistas de la región que voten contra las medidas acordadas la pasada semana entre PSOE y JxC.

La traición de Pedro Sánchez ha llegado tan lejos por varias cuestiones. Como he denunciado en repetidas ocasiones, la apatía de una población que empieza a despertar es una de ellas. Otra pasa indudablemente por las acciones de un presidente del gobierno que desea perpetuarse en la Moncloa gracias al apoyo, el silencio y compadreo de unos compañeros que le dejan hacer a su antojo a cambio de progresistas prebendas.

Imitando las promesas de su amo político Sánchez, nuestro presidente volvió a prometer que «si hay que plantar batalla lo haremos». La incógnita es saber si tendrá la ética y el valor necesario para cumplir sus promesas por muy dolorosas que pudieran llegar. Hasta el momento, no ha cumplido ninguna de las lanzadas en los últimos cinco años contra el PSO-Sánchez.

Emiliano García-Page también habla de presentar una denuncia cuando se materialice la ley de amnistía a sabiendas que dicha medida tiene escaso o nulo recorrido judicial. ¿Se trata de otro pacto Page-Sánchez para quedar bien ante la opinión pública? Quizás nunca lo sepamos. Pero sí podemos estar plenamente seguros de que la politización del Tribunal Constitucional de Sánchez, con la inapreciable ayuda de Conde-Pumpido,  aprobará la ley de amnistía, Sí o Sí y por 7 a 4, en última instancia. No hay que ser adivino para darse cuenta de ello.

Las calculadas bravuconadas y las críticas vertidas por García-Page con la boca pequeña contra los continuos abusos de Sánchez hace tiempo que dejaron de tener el efecto buscado. Las dudas sobre su auténtica lealtad forman parte de una traición imposible de ocultar hoy día.

Si tuviera ocasión, intentaría que nuestro presidente autonómico respondiera a unas cuestiones incómodas:

¿El PSOE se presentó a las elecciones prometiendo pactar con el separatismo la destrucción territorial de España?

¿Se presentó el PSOE de Castilla La Mancha, con García-Page a la cabeza, a las elecciones pasadas prometiendo que, tanto él como sus alcaldes,  senadores y congresistas, serían Cómplices Necesarios en la traición a la Constitución Española de 1978?

Los candidatos socialistas ¿Manifestaron públicamente y en los mítines que Pedro Sánchez impulsaría con terroristas e independentistas las medidas firmadas estos?

Y principalmente, García-Page junto a sus alcaldes, senadores y congresistas, o Pedro Sánchez y sus ministros en funciones…

¿Prometieron la defensa de la Constitución, y por ende, de la Unidad territorial que establece?

«Pues eso» que diría Sánchez. Todo lo demás son falacias y argucias políticas para ser Cómplices de Traición y de delitos varios sin que se note mucho. Las palabras deben dar paso a las actuaciones o se verán convertidas en argumentaciones a favor de las acciones delictivas más abyectas.

Por último, desde estas líneas me convierto en humilde portavoz de una realidad cada vez más patente e incómoda que circula por la calle que no pisa Sánchez, ni parece pisar García-Page: Con la «convivencia, la libertad y la unión entre los españoles» diseñada por Pedro Sánchez y Carles Puigdemont sobran todas las guerras.

Gracias progresistas por las noches de insomnio que nos proporcionáis con la inestimable ayuda de los Cómplices Necesarios, como García-Page, en este proyecto de desunión social en este ancestral país.